Es uno de los más destacados pedagogos del siglo XX. Nació en 1921 en
Recife, Brasil; fue profesor de escuela, creador de ideas y del llamado
“método Paulo Freire”, que se utilizó en Brasil en campañas de
alfabetización y le acarreó la persecución ideológica, la prisión
después del golpe militar de 1964 y un largo exilio.
Con su revolucionaria metodología nos introdujo en la
complejidad del conocimiento como primer paso para ensanchar el
horizonte del mundo, recuperar la dignidad y construir la esperanza. Sus
obras, publicadas en gran parte por Siglo XXI Editores, ofrecen ideas
claras y rotundas, sencillas y sugerentes, abiertas a todos los
lectores. Recibió el título de Doctor Honoris Causa en veintisiete
universidades internacionales, entre numerosos reconocimientos, como el
premio UNESCO de Educación para la Paz, en 1986, y el premio Andrés
Bello de la Organización de los Estados Americanos, como Educador de los
Continentes, en 1992. Murió en San Pablo en 1997.
Libros disponibles:
$12.000.
págs
'El grito manso contiene una de las últimas intervenciones públicas de
Paulo Freiré y es, a un tiempo, expresión de su pensamiento maduro y
encuentro comprometido con quienes trabajan día a día con sus ideas. En
él se recogen sus reflexiones acerca de los problemas que asedian la
práctica de la educación en el filo del siglo XXI, en este contexto a la
vez vulnerable y esperanzado, pero
también sus ideas acerca de la historia, el cambio social, las utopías y
la responsabilidad del hombre en el mundo globalizado, intervenimos en
el mundo a través de nuestra práctica concreta, de la responsabilidad,
cada vez que somos capaces de expresar la belleza del mundo. Cuando los
primeros humanos dibujaron en las rocas figuras de animales ya
Intervenían estéticamente sobre su entorno, y como sin duda ya tomaban
decisiones morales, también intervenían de manera ética. Justamente, en
la medida en que nos tomamos capaces de cambiar el mundo, de
transformarlo, de hacerlo más bello o más feo, nos volvemos seres
éticos. Hasta hoy jamás se supo que, por ejemplo, un grupo de leones
africanos arrojara bombas sobre ciudades de leones asiáticos. No hemos
sabido hasta hoy de la existencia de algún león que matara con
premeditación. Somos nosotros, los humanos, que tenemos la posibilidad
de asumir una opción ética, quienes hacemos estas cosas.págs
El proceso educativo es sobre todo ético. Exige de nosotros constantes pruebas de seriedad. Una de las buenas cualidades de un profesor, de una profesora, es darles testimonio a los alumnos de que la ignorancia es el punto de partida de la sabiduría, que equivocarse no es un pecado, sino que forma parte del proceso de conocer y que el error es un momento de la búsqueda del saber.' Paulo Freire
$14.500.
272 págs
272 págs
En esta obra, Paulo Freire propone crear una pedagogía de la esperanza que supere la “pedagogía del oprimido”, por lo que sintetiza los grandes temas gestados en medio de las luchas sociales que convulsionaron a América Latina y a los pueblos del Tercer Mundo, y que provocaron las reflexiones sobre la necesidad de sobrevivir y de vencer el agobio de la dominación. El autor profundiza en la historia para mostrar las condiciones que dieron forma al pensamiento; descubre las tramas que envolvieron la vida, ideas y procesos sociales; muestra la tragedia de las discriminaciones, la extensión de la injusticia y el drama de los que lucharon. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social.
$14.000.
224 págs
224 págs
El acto de hacer una pregunta parece muy fácil, algo que no encierra ningún misterio: en general, son los que no saben los que preguntan. Paulo Freire, en diálogo con el educador chileno Antonio Faundez, desbarata esta supuesta evidencia al sostener que formular buenas preguntas requiere un aprendizaje artesanal, de ensayo y error, de trabajo compartido entre maestros y estudiantes. La educación tradicional pone al docente en el lugar del que presenta un repertorio de respuestas y hace a un lado las preguntas molestas con el fin de ofrecerle al alumno un conocimiento que muchas veces, aunque resulte increíble, no tiene relación con las inquietudes de ninguno de los dos. Pero las respuestas que no están ligadas a la curiosidad genuina difícilmente lleguen a destino, porque la curiosidad es el punto de partida tanto para aprender como para enseñar.
En este libro dialogado, pensado de a dos, los autores esquivan el riesgo de convertir la propuesta de una pedagogía de la pregunta en un simple juego retórico o en un gesto superficial, y revelan, a partir de sus experiencias como educadores populares en diversos países, la importancia de saber preguntar como base del proceso de enseñanza y aprendizaje. Cuando los maestros o los padres asumen la responsabilidad de educar, o cuando los intelectuales asumen la función de interpretar las necesidades de la gente, es imprescindible que, antes de intervenir con contenidos construidos de antemano, procuren dialogar, preguntarse y preguntar por las necesidades materiales, culturales o espirituales de los otros.
Con sabiduría de viejos maestros, Freire y Faundez revisan sus propios métodos de alfabetización y reflexionan sobre el papel de la cultura popular y sobre su rol como docentes, con el propósito de evitar la castración de la curiosidad y recuperar el hábito de admirarse y de “vivir la pregunta” como el verdadero sostén de la enseñanza.
$14.500.
288 págs
288 págs
Este libro piensa una pedagogía transformadora a partir de las dificultades cotidianas de los profesores: cómo motivar a los alumnos, cómo lograr un equilibrio entre el currículo oficial y las necesidades que surgen en el aula, qué lugar dar a la lectura de los clásicos, cuál a los acontecimientos que sacuden el mundo real, cómo impulsar el debate y la reflexión. Miedo y osadía interroga las horas agitadas del aula desde la sabiduría de quienes se reconocen maestros y militantes de una sociedad más igualitaria.
Pero abrazar una pedagogía liberadora, basada en el diálogo, y apartarse de la pedagogía tradicional, que supone la transferencia de conocimientos del profesor al alumno, puede suscitar muchos temores: ¿acaso no puede poner en riesgo la autoridad de quien enseña, y hacer que sus alumnos incluso sospechen de su capacidad y su experiencia? Miedo y osadía, una iluminadora conversación a fondo entre Paulo Freire y su discípulo Ira Shor, es un libro central para entender los desafíos y los riesgos de ese pasaje. Los autores sostienen que el aula es el espacio de exploración donde el conocimiento se produce, no donde simplemente se lo transmite; ponen en su justo lugar la modalidad de la “clase expositiva”, que puede ser un momento fecundo en el marco de un intercambio dinámico; defienden la importancia del rigor y de la disciplina de estudio, que nunca implican memorizar información sino apropiarse de los textos al poder leer sus cruces con el contexto de producción y de lectura.
Contra la celebración banal del diálogo, postulan un trabajo profundo, serio, con los temas de cada materia, en el que el profesor cumple un papel orientador que nunca se convierte en una posición de mando. Y contra las pedagogías que se limitan a sugerir un repertorio de metodologías, reivindican una educación que, si bien no podrá por sí sola transformar el mundo, es capaz de estimular la autonomía y el pensamiento crítico.
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